domingo, 25 de octubre de 2009

Ah, por qué será...

Por qué será que sólo cuando nos salen las cosas como esperamos, como lo planeamos, cuando son a nuestro favor o como nos gustan, es que estamos con una sonrisa en el rostro.

Sin embargo, todo cambia cuando es al contrario... a veces somos presa de la ira o de la tristeza...

Podemos pasar de un estado al otro en muy poco tiempo.

Me gustaría poder simplemente ser más indiferente y estar libre de sentir que las situaciones a mi favor o en mi contra me afectan ya sea de "buena" manera o de "mala".

Me pregunto si realmente podré aplicar el dicho "al mal tiempo buena cara", y al mismo tiempo me gustaría conocer a alguien que honestamente pueda hacerlo... al menos una vez, en algún momento.

lunes, 19 de octubre de 2009

...7

Resquebrajado día de Otoño, frío a la percepción y suculento para un momento de depresión.

Aturdes al aparecer, siempre cambiante al paso del tiempo... y al final siempre temporal.
Pues inevitablemente cambiarás a un invierno seco en su origen, de fluctuante esencia, que terminará de cualquier forma al igual que todo lo que empieza.

Cambiantes estaciones, al igual que este tiempo transformador.
Cambiantes emociones, de diferentes colores... tenues y dominantes.

Cambiante yo, con idealistas pensamientos, que no pueden evitar chocar con oscuras ataduras mentales, miedos terrenales.

Y finalmente cambiante tú, con bruscas imposiciones logradas a través de ese poder retorcido e ilusorio.
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Ilusorio, como todo.




miércoles, 14 de octubre de 2009

Memorias pasadas.

"Algún día quiero salir de aquí"... pensaba con remoridimiento, amordazado por el terrible temor que le recorría desde la garganta. Aquél temor con diferentes tonalidades que forzosamente le habían inyectado desde los principios de su existencia. Temores infundados, temores gastados pero siempre presentes.

El sabía que podía liberarse de esos temores con sólo una decisión y sin embargo se aferraba a ellos por que le resultaba lastimero, pero más sensillo.
A diario el insomnio lo atacaba lento y feroz, dejando paso a un sueño a ratos absurdo y a ratos lleno de más temor. Solía tener pesadillas recurrentes donde huía despavorido de un asesino al que nunca podía ver el rostro, pero del cual era perseguido. No podía evitar despertar atemorizado y confundido.

durante el día sus actividades eran comunes y aburridas y se reprochaba a sí mismo por no tener una vida emocionante y exitosa... por no ser alguien de mundo... pero se refugiaba en la idea de que al menos era h0nesto en su trato a los demás y en el fondo esas actividades que a menudo se relacionaban con personas exitosas ni le gustaban.

Así pasaba sus días siendo nadie durante el día y una víctima que siempre hallaba el modo de escapar durante la noche.
Agrios días, cada uno más insoportable que el otro.

Al convertirse los días en años, se sentía más atorado aún en el insoportable vacío de su interior.
Solía preguntarse cuántos individuos más estarán experimentado su situación en su propio mar de dudas y caos internos. Llegaba a la conclusión de que si bien podían ser todos, en algún momento debían superarlo y continuar, pues de lo contrario el mundo estaría sumido en la desesperanza y barbarie totales. Sí, eso también lo hacía sentirse mejor.

Las mujeres nunca fueron su fuerte ni debilidad y siempre tuvo una repulsión por el sexo. Sin embargo solía tener romances fugaces en el día y sueños plagados de sucias fantasías sexuales en las noches.

De vez en cuando salia con diferentes mujeres esperando hallar en alguna lo que necesitaba para encontrarse a sí mismo y así dejar de sentir aquél vacío, hasta que una vez se le ocurrió mirar al cielo y ...
- ¿Qué tanto miras?
- las nubes
- ¿que?, ¿eso no es de maricas?

Se convenció de que las mujeres sólo eran como parásitos, dispuestos a absorber su modesto capital sin siquiera ofrecerle un poco de comprensión y que no estaba dispuesto a pasar por lo mismo una y otra vez. Justo después de esto, extrañamente más mujeres se mostraban más interesadas en él.

Así comprendio que "la aversión es apego" y dejó de sentir repulsión por todo lo que pudo.

Una noche, justo cuando pensó que su situación no tenía remedio y que el vacío lo absorbería, soñó con su asesino. Pensó que prefería lo desmembrara a seguir huyendo e hizo uso del poco valor que tenía. Al acercarse sentía que las piernas se le desplomaban por el miedo, al mismo tiempo que la garganta se le llenaba de la sensación ya tan conocida pero incontrolable.
Al ver a quien tanto lo había perseguido, él vió la cara de su vacío, torturador iracundo que lo aquejaba... entonces despertó y en seguida pensó que era tan obvio, pero no pudo evitar sentirse más confundido. Su asesino era él mismo.

Aceptó que él era su máximo reprochador y torturador. Con quién más estaba enojado y de quien más tenía miedo.

Al final sólo se relajó y comprendió que todo estaba sólo en su mente, tratando como pudo de "dejar de pensar y sólo actuar". Hacer de una vez todo lo que siempre había anhelado, pero que nunca hacía por miedo. Así pudo sentirse más agusto, sin ser "alguien de mundo".

Y al llevar a cabo su nuevo despertar, no pudo evitar hacerse una última pregunta:
- ¿Todos lo superarán igual?

martes, 6 de octubre de 2009

¿Serenidad y paciencia?

Ah, la paciencia... esa virtud tan poco recurrida en estos tiempos de caos, crisis, soberbia (no sé por qué, pero a pesar de tanto ateísmo, muchos actúan como si "diosito todopoderoso" fueran de hecho, ellos mismos)... y en general toda una mentada de madre.

Son pocas las personas pacientes y si de esas pocas que permanecen, quitaramos a los que actúan así, motivados sólo por miedo e inseguridad, la lista se haría más chiquita. Por que, ¿quién en estos tiempos es paciente por mera conciencia y/o decisión?

Estos días mi paciencia se ha puesto a prueba en distintas situaciones, pero la que recuerdo en este momento, es la que tuvo que ver con un cliente bien molesto que llegó la otra vez al negocio reclamando un "disco mal grabado".
Por supuesto importandole muy poco que estuviera todo lleno de gente y yo atendiendolos a todos como podia con mi cara de "ustedes disculpen señores clientes, pero aún no desarrollo los seis brazos".

Aún así, cortesmente me tomé el tiempo para arreglarle el desperfecto, pero por alguna razón la compu se trababa a no dar más y era la única que quedaba, pues las demás estaban ocupadas. El señor tenía una cara muy fea y mala vibra que podían sentirse a metros, así que pensé que si me irritaba o me enojaba también, podría verme tan mal como él, no sólo en lo feo, sino en lo absurdo de su comportamiento. Además no es mi culpa que su disco haya quedado mal grabado, yo ni lo hize y tampoco era mi culpa que la única computadora que quedaba empezara a fallar justo con él... si por eso digo que una vez que ya te enojaste, ya te chingaste.

Al final el disco nunca quedó y el tipo se fue bien enojado y pensando que al menos me había hecho pasar un mal rato... lo cual me da gusto que haya sido un error, pues no me afectó tanto como en otros tiempos lo hubiera hecho.

Si tan sólo pudiera ser así de paciente con situaciones mucho más estresantes...

Ah, supongo que lo que queda es mantener la tranquilidad y seguir intentando ser pacientes, pero más que por miedo, por conciencia y así ya al menos mantenerse en una sección distinta de esta aturdida y estresada población.

Como decía mi madre en mi niñez (lo cual por cierto detestaba): "serenidad y paciencia, mi querido Solin"... sobre todo por que no sabía con exactitud quien rayos era Solin.