miércoles, 8 de diciembre de 2010

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Ahh, el dulce sabor del anonimato ilusorio y digo que es ilusorio por que no hay nada más falso que pensarse distinto a los demás y al mismo tiempo pensar que somos igualitititos. El afán de algunos de no mencionar directamente su persona y el todavía más perturbador afán de otros de dar los detalles más ínfimos de su ser.

La gente con sus desvaríos de grandeza o de inútil modestia, sólo juega a los malabares con la dualidad. Esa compleja y simple estructura levantada por la mente y los sentidos.

Y por qué escribí tanta cosa absurda? bueno, primero por que hace mucho tiempo no escribía, ya saben, los bloqueos mentales/emocionales/flojera y todo eso, lo cual ya comienza a deslizarse por la letrina psicológica que resulta la actitud "me vale madres". Y en segunda, por que estas semanas han estado raras, raras rarisisísimas y me hace pensar una vez más en lo temporal que es todo.

Si, todo temporal y yo feliz de la vida. Digo, ¿es eso normal? que uno se sienta feliz aún cuando se está rodeado por gente en su mayoría imbécil (salvo ciertas excepciones), cuando el clima en general ya es una gran molestia y todos dicen que hemos de morir asfixiados por nuestros propios gases en un futuro no muy lejano? Cuando nos dirigimos en picada hacia un futuro dominado por las mentes más degradadas. No, la verdad es que no consumo ninguna clase de droga.

Es sólo que todo ya marcha a pasos forzados, el tiempo parece acelerado y lo único que encuentro seguro es una sola idea. La cual no mencionaré ahora, pero se me hace la más perfecta sobre la faz de la tierra y más allá.

Así que mejor aprovechar el tiempo y dejarse de estupideces ilusorias que lo de hoy es, pues eso, el presente.

Y no sé que sea, pero me siento feliz. Aunque claro, aquí vuelvo a la idea anterior.

¿Por cuanto tiempo?